Un autorretrato.
Acabado el trabajo subo, con el equipo ocupándome las dos manos, en el ascensor con la intención de recoger el resto del equipo y marcharme para el estudio.
Aprovechando el ‘regalo’ de la mesa auxiliar para el servicio de camareros, coloco el flash sin pie y me apunto con él para no provocar un destello directo en el espejo. Con el otro flash en la mano izquierda apuntando también en dirección opuesta al espejo y la cámara en la derecha hago la toma.
El procesado es un acercamiento a lo «David Hill» que le otorga un acabado como de ilustración.
Espero que os guste.
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