Fotos para recordar
¿Hacemos fotos para recordar? ¿Recordamos a través de las fotos que hacemos?
Cuando tienes miles de fotos danzando por tus discos duros o colgadas en la red y de repente un día te da por echarlas un vistazo…
¡¡¡Qué curioso!!!. Alguien dijo por ahí, o eso creí oír, que las fotos que hacemos son como hijos, salvando la distancia insalvable, en cuanto a que nos resultan inconfundibles entre la multitud y las identificamos como nuestras por mucho tiempo que haya pasado y muchos hijos, digo fotos, que hayamos dado a luz.
¿Qué es lo que tienen de reconocibles o en qué te ves reflejado? En los hijos puede ser el rostro, los ojos, la manera de hablar o el tono de la voz, el modo de andar, ciertas posturas… En el fondo será algo que nos recuerde a nosotros mismos o a nuestros antepasados.
¿En nuestras fotografías? Tal vez no tanto lo visible como lo que no se ve. Creo que es algo anudado al recuerdo de la situación vivida. Las sensaciones que nos produjo ese momento, la luz existente, los pensamientos que andábamos rumiando, la persona con la que estábamos…
Evidentemente unas imágenes son más sencillas de situar, por ejemplo la que nos llevó una cierta preparación como un paisaje, una toma panorámica, un retrato ambientado, etc.
¿O tal vez sea solo cuestión de tiempo y memoria para que se vuelvan irreconocibles? Porque hay imágenes con las que ocurre lo contrario, al menos a mí me ha sucedido con esta que os muestro hoy.
Es una imagen rescatada de un negativo de 35mm, de hace al menos 20 años, en blanco y negro original y fotografiado con cámara digital a modo de escáner:
No recuerdo cuando la hice; mucho menos las sensaciones de ese momento, pero siguiendo con la idea anterior, me gustaría acabar encontrando algo rotundo de mí mismo en ella.
Por lo pronto veo una imagen que no puedo dejar de mirar. Una y otra vez vuelvo a mirarla, y eso ya es algo importante para mí pues no me suele pasar casi nunca, y mucho menos con alguna de mis imágenes. En este caso no lo dudo; me gusta. No deja de ser un p… 🙂 pero…
- …En lo visible, me atraen los volúmenes, mucho. La gradación tonal, las formas sinuosas, las superficies pulidas…
- En lo subjetivo, la fuerza que me transmite a pesar de ser un sujeto frágil, ese recuerdo de algo humano en sus pliegues y al mismo tiempo la apariencia de algo escultural…
A ti que la miras sin el cariño de un padre…¿te dice algo?
La dejo en el blog. Cuídala como a un hijo 🙂
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