¿Cómo hacer en pocos minutos un retrato en localización a
Baltasar Magro
sin posibilidad real de conocer ni la ubicación exacta para el retrato, ni las condiciones lumínicas, ni los colores dominantes en ese entorno, etc…..y conseguir una imagen que me resulte mínimamente digna de un personaje de su importancia?
Tener que retratar a Baltasar Magro se me antojaba cuanto menos apasionante; ese presentador, que tanto me ayudó a través de Informe Semanal a sentar mis ideas sobre tantas cuestiones de la vida que en aquellos momentos pasaba tan deprisa para mí, iba a estar, aunque solo fuera unos minutos a disposición de mi cámara. Responsabilidad y alegría. Esa era la mezcla que se estaba cocinando en mi cabeza
Pero la idea del retrato a la que he dado vueltas y llevo en la cabeza no sirve:
Me refiero a esa de colocar a Baltasar en un largo pasillo de la biblioteca de Majadahonda, flanqueado por innumerables libros, en un tiro de cámara con el personaje casi centrado en el encuadre, que me ofrecería a un tiempo la sensación de profundidad que le vendría bien para un personaje con tanta experiencia acumulada; al mismo tiempo los libros me ofrecerían un ambiente perfecto de personaje culto e interesante, cualidades ambas que a mí tanto me comunica Baltasar Magro.
Pues eso. La idea no sirve porque es inviable: La biblioteca está en horario de funcionamiento normal y no podemos ni hacer ruido, ni cerrar para nosotros una zona con esas características. Bastante han hecho con reservarnos la sala de lectura de publicaciones periódicas para que pudiésemos realizar la entrevista (puedes verla aquí). No se les puede pedir más, solo agradecerles ese detalle.
En ese espacio que nos han reservado no encuentro un encuadre que me guste para el retrato. Salgo fuera, donde en una especie de entrada trasera me encuentro con estas cristaleras de las salas de lectura en una disposición semicircular de la nave. No busco más pues no hay otro sitio mejor y creo poder sacarle algo de partido a esa estructura.
Con un flash en remoto disparado a través de una ventana de 60 x 60 cms. que controla mi hijo Francisco consigo una iluminación lo suficientemente suave y direccional para iluminar a Baltasar, con abrigo (Sutilmente me ha dejado caer que si vamos al exterior ha de ser con él puesto) y uno de sus libros.
Para el fondo ya sabéis que es cuestión de jugar con la velocidad de obturación y así conseguir darle más o menos luminosidad.
Unos pocos disparos, moviéndonos nosotros y Baltasar con alguna ligera variación, y exactamente 1 minuto y 55 segundos después (gracias datos EXIF) doy por finalizada la sesión. No hay tiempo para más: La tarde es muy fría y Baltasar y yo estamos en una edad en la que no hay que andar jugando con los cambios bruscos de temperatura.
- 5D Mark III
- EF 24-105mm f4L IS USM, a 28mm
- 1/100
- f 4,5
- ISO 2000
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