Miradas: Jorge Pérez, pintor.
Con una sólida y amplia formación universitaria en Madrid y en París, el pintor manchego Jorge Pérez Parada viene desarrollando una obra personal de marcado carácter autobiográfico, con un peculiar estilo realista muy contemporáneo.
Buen conocedor de la historia del arte, es un ferviente admirador de los grandes maestros del pasado, aunque siempre atento a todas las innovaciones que suceden a su alrededor para no perder comba, fijando su vista con curiosidad y optimismo en el futuro.Expone en galerías españolas, sobre todo en Madrid, ciudad en la que vive. Sus cuadros se han mostrado internacionalmente en París, Londres, Bruselas, Ámsterdam o Seúl y en ferias de arte contemporáneo como, por ejemplo, ARCO. Además, ha conseguido importantes premios internacionales de artes plásticas y se encuentra presente en colecciones de todo el mundo. El retablo de Pentecostés de Keizersgracht, para un oratorio en Ámsterdam, es su primera obra de arte sacro. Y desde el primer momento se ha involucrado intensamente, con todas sus fuerzas, trabajando en el proyecto durante un año de especial apasionamiento.
Jorge nos ha citado en su estudio de Madrid y nos espera como lo que es, sin artificios ni posturas: un padre de familia con dos hijas pequeñas a su cargo, – hoy no hay colegio – y a las que mantiene «a raya» casi sin darnos cuenta. Unos lapiceros de colores y unos cuadernos y ya las tiene en silencio haciendo sus pinitos como futuras pintoras. Es su vida de cada día y es la que se agradece encontrar en una cita de este tipo. No alguien en otro nivel que pudiera llegar a ser inaccesible.
Después de la entrevista le propongo el tipo de retrato y le parece perfecto. De manera que aprovechamos el carro con los pinceles y pinturas y colocamos al lado un cuadro de gran formato como fondo, en el que anda trabajando. Y poco más: quiero que su pintura esté muy presente en el retrato y me gustaría conseguir que él fuese como un elemento más en la composición de la escena; algo así como un cuadro que contiene otro cuadro.
Una ventana portátil como única fuente de luz un poco a la derecha y de arriba hacia abajo y ya está.
El resultado nos gusta a los dos que es lo que buscábamos y al fin y al cabo lo que verdaderamente importa.
Y para terminar una foto del equipo con Jorge.
Aquí podéis ver la entrevista del capítulo 7 de «Miradas»
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