Ellos son veintiuno, grupo de música.
Y ésta vez es un retrato en grupo. No se si sonará la flauta por casualidad o sonarán las trompetas del éxito.
Pero un retrato en grupo me apetecía. Creo recordar que es el único en MIRADAS.
Cuando nos vemos no conozco de nada a esta buena gente, más allá de la información que he podido encontrar por la red.
Pero creo que a estos chicos, se lo dije, les pegaría muy bien una sesión callejera por Toledo. Aunque esta vez es el retrato nuestro único objetivo.
Estamos en el hostal Puerta Bisagra, el lugar elegido es el mismo que para la entrevista que podéis ver aquí: Veintiuno grupo musical en Miradas.
Es un lugar especial para ellos por algún tipo de vinculación emocional. No lo conocía y os aseguro que es un lugar con encanto.
Mientras comenzamos la sesión los clientes andan por allí, con sus maletas y bolsas entre las nuestras. Preguntan y se interesan. Si, si; definitivamente tiene su encanto.
A lo que vamos:
Esta vez voy a trabajar solo con flashes de mano y desnudos, sin más modificadores que lo que encuentre allí mismo para tal fin. Ni ventanas, ni reflectores, ni paraguas.
Una pared, de ladrillo, o una pintada de ocre, o flash directo con el omnibounce sobre el cabezal. Y como vamos a movernos de arriba a abajo por las zonas comunes del hostal me viene muy bien que María me eche una mano para no andar con pies de flash. Con eso vamos a intentar que sea suficiente.
Aprovechando las distintas alturas que nos ofrece el hostal, se colocan sobre el tragaluz, con los clientes desayunando bajo sus pies, y tanto la luz como la cámara en el nivel superior.
La complicación es eliminar todo lo que distrae en el encuadre, para eso lo mejor es una luz lateral única, que arroje sombras que sirvan para ocultar lo que no queremos que se vea.
Os dejo esta otra, porque para ellos es muy especial la terraza y la vista directa sobre la puerta de Bisagra, subimos hasta allí y lo intentamos, pero la hora no es la mejor, el dia tampoco y la luz viene justo de lugar más complicado para que ellos mantengan una expresión lo suficientemente natural para el retrato.
Disparamos un flash desnudo con la intención de rebajar un poco el contraste levantando las sombras duras producidas por el sol.
Después de la foto de grupo con el equipo toca un café y un rato de charla.
Curioso: Dada la diferencia de edad entre ellos y un servidor, se presuponen pocas cosas en común.
Sin embargo hablamos de cine, música y tecnología. Compartimos más gustos e ideas de lo que pensaba.
Me voy con la sensación de que aquello del salto generacional se quedó en los 90.
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