Más sorpresas, hoy acompañadas de tentaciones.
Como ya sabéis, ando por la Costa Quebrada en Cantabria, donde estoy teniendo mi primera experiencia seria con la fotografía de filtros y larga exposición diurna.
Si en la entrada anterior compartía con vosotros la necesidad de saber tomar decisiones de manera rápida pero fundamentada en la experiencia, hoy vuelvo un poco al mismo tema y os muestro sin tapujos los errores propios de un novato en el manejo de los filtros.
Os pongo en situación: Es el último día y estamos a punto de subir en el coche para comenzar el camino de vuelta. Pero como el que no llora no mama hago un último intento porque me parece que se puede sacar algo positivo de la escena que tengo delante mía, aunque por ahora la luz no sea la mejor debido a las condiciones climatológicas: Nublado por la parte de donde viene el sol, lo que se traduce en poco contraste y colores apagados. Pero puedo intuir que habrá salidas intermitentes del sol entre las nubes. A ver si pillo cacho!!! 😉
Manos a la obra. Como en otras ocasiones busco el lugar que sea aún seguro y más cercano al borde del acantilado porque creo que es la mejor ubicación, pues pretendo incluir un primer plano, ya que entiendo que para este encuadre es necesario, y sabéis que añade profundidad a la imagen. Hace mucho, mucho viento y a pesar de que clavo bien el trípode me da a mí que la toma puede salir trepidada y no puedo lastrar el trípode porque la posición es realmente baja. Para otras ocasiones tengo que pensar cómo solucionarlo.
Esta es la escena tal cual se ve, con su histograma y los datos de la captura:
Como veis el histograma está casi perfecto pues los niveles se extienden desde la izquierda hasta la derecha con una insignificante pérdida en las sombras,como indica el triángulo blanco. La escena es de contraste normal gracias a que se ha incluido el cielo que aparece bastante despejado, lo que ha hecho subir los valores de las luces hasta donde se ven en el histograma, a la derecha. Podemos ver como los valores de luces más altas se encuentran en el cielo a la derecha, justo en esas nubes blancas. De no estar incluido el cielo el contraste sería bajo.
Coloco el filtro de densidad neutra circular de 10 pasos y hago una prueba recalculando la velocidad de exposición y cerrando el diafragma a f8 para tener un poco más de tiempo. Aquí es donde comienza a aparecer la magia:
El sol está intentando dejarse ver y solo con ese toque de luz y la larga exposición el paisaje ya parece otro. Fijaos cómo ha cambiado el color del mar y de la vegetación en primer plano. Os aseguro que no he tocado nada en edición. Como el balance de blancos está en automático la cámara ha decidido ese ajuste. El aspecto del mar lógicamente es la consecuencia de los 20 segundos de exposición.
Mientras se procesa la toma en la cámara para la reducción de ruido veo como el sol está insistiendo una y otra vez. Son momentos fugaces pero creo que esta es la mía: exponer y esperar que el sol haga el trabajo duro.
Esto es lo que os digo sobre la sorpresa que me tenía reservada el sol:
El sol ha iluminado claramente el primer plano y ahora la vegetación aparece con un precioso colorido. Por otra parte el sol fugaz le ha dado aún más viveza al agua y a las rocas.
Como veis en el antes-después no he querido tocar casi nada, un ajuste mínimo de contraste y exposición. Es un verdadero subidón ver la foto prácticamente terminada en la cámara.
No hago muchos intentos más pues me parece que no voy a conseguir nada mejor. Solo uno más pero me quedo con este.
Como siempre os dejo la imagen terminada y para que la podáis ver a mayor tamaño.
Ahora toca el error: Como aún soy novato en esto de los filtros he estado aplicando el mismo movimiento desde la primera toma en el filtro degradado de 3 pasos para evitar que las rocas próximas al horizonte aparezcan oscurecidas y no se haga por lo mismo evidente el uso del filtro. El problema es que ahora esas nubes blancas hubiesen necesitado menos tiempo de exposición para que apareciesen menos blancas y más contrastadas, junto con un cielo algo más intenso. Esto lo hubiese podido conseguir dejando el filtro degradado más tiempo puesto.
No le hubiera venido mal el filtro polarizador. De hecho hubiese sido lo ideal. Pero ahora mismo la configuración de mi sistema de portafiltros y filtros suponen un verdadero problema para utilizar con facilidad el polarizador junto con el de densidad neutra y el degradado. Lo ideal es tener el polarizador circular por encima de todos los demás filtros para poder girarlo convenientemente y conseguir el efecto de polarización deseado, pero yo lo tengo al revés. La diferencia entre uno y otro sistema es simplemente unos cuantos, bastantes, euros. Todo se andará.
Entonces viendo el error anterior me viene la tentación de hacer algo como esto:
Aplicándole la herramienta de filtro graduado en Lightroom: le bajo la temperatura de color para enfriar algo el cielo, le bajo la exposición y aumento el contraste y consigo ese cielo que veis.
No voy a dejar esa foto como la buena. En este caso el fin no va a justificar los medios. Ahora mismo me importa más ser fiel a lo que me he propuesto que mejorar una imagen. Esto, hacerlo por software ya se hacerlo, manejar bien los filtros y la exposición en cámara ya veis que no tanto. Si caigo en la tentación probablemente tenga en la mente para la próxima vez que realmente no hace falta esforzarse mucho en la toma pues «lo puedo arreglar» en casa. Creo que esa ‘enseñanza’ no es la mejor, al menos para mí.
¿Y para tí?